Es posible que este nombre no te suene conocido, sin embargo David Nebreda es uno de los fotógrafos más controversiales del último tiempo.
Nació el 1 de Agosto de 1952 en la ciudad de Madrid, España. Cuando tenia 17 años de edad fue diagnosticado de Esquizofrenia paranoide, debiendo pasar gran parte de su juventud internado en varias clínicas psiquiátrica, de las cuales deserto, sin importar la cronicidad de su particular enfermedad.
Es licenciado de la Facultad de Bellas Artes de Madrid y fotógrafo autodidacta. Vegetariano desde los 20 años, practica la abstinencia sexual, y se somete a severos ayunos que le mantienen un estado de delgadez extrema.
En torno a su figura se elevan numerosos tabúes y mitos. Como por ejemplo que vive aislado en un departamento de Madrid con apenas dos habitaciones, en las cuales realiza la totalidad de sus fotografías, bajo una rigurosa autodisciplina que le permite construir con claridad su arte. Se dice que no toma medicación alguna; que se rehúsa a la comunicación con el exterior, ya sea por radio, prensa o televisión; y que se niega desde hace años a mirarse en un espejo, reconociéndose sólo por medio de sus fotografías.
SUS FOTOGRAFÍAS
En su obra David aparece desnudo, con la piel pegada a los huesos y el cuerpo lacerado, así como también embarrado de su propio excremento. Pareciera que él disfruta autolesionarse; causándose quemaduras, heridas, llagas y cuanta cosa se le ocurra.
Su obra es un proceso de definición de la identidad a través la exhibición de los aspectos más obscuros de su propia realidad, tales como la enfermedad, la humillación, la autodestrucción, la repugnancia física, y de su experiencia con el dolor. Todo coexiste con la belleza en frente a cualquier norma moral o estética.
Se trata de imágenes impactantes, que muchas veces tocan la morbosidad de quien las observa. Son grotescas y perturbadoras, por lo que muchas personas las consideran violentas.
EMANCIPADO DEL PODER DE SU PROPIO CUERPO Y CAPTADO POR SU CÁMARA
El autor intenta de este modo tan dramático mostrar su vulnerabilidad y mortalidad para mostrar su realidad, permitiéndose un estado de autonomía. Dice: “he pagado mi precio, pero estoy orgulloso de ello. No soy un masoquista o un fotógrafo de heridas”
Frente a la violencia de sus fotografías Nebreda opina que: "La violencia no necesita ninguna explicación o justificación; es un argumento cultural e irrenunciable. La medida humana es un hecho insuficiente y violento, siempre in suficientemente violento; con un solo matiz, el silencio y la reducción a si mismo, el pensamiento a partir del odio es una actividad madura, fértil y discreta; en una situación de aislamiento con resultado de lesiones o de muerte, la violencia solo es la trampa de un lenguaje olvidado. Desgraciadamente, he conocido diferentes formas de tranquilidad, y podríamos hablar de la extrema violencia de la tranquilidad. De todas formas, una cosa es el discurso sobre la violencia, otra cosa diferente es la sangre o el miedo humano, finalmente nuestra propia sangre y nuestro propio miedo. La violencia solo tiene un interlocutor y un alumno. Es una practica, un discurso, inmediatamente, miserablemente próximo."
NEBREDA Y SCHEER
Sus obras llegaron a manos del galerista Renos Xippas quien le dedicó una exposición en su galería de París, fue allí donde Léo Scheer lo descubrió. Impresionado por su fuerza decidió convertirse en su editor para poder divulgar su obra. La mayor parte de su trabajo realizado en el autoexilio, consiste en una gran cantidad de autorretratos y algunos dibujos pintados con su propia sangre; estos se encuentran hoy en la edición Autoportraits, realizada por Léo Scheer.
SUS SEMEJANTES
El único referente cercano a sus trabajos puede ser la del artista Joel-Peter Witkin, aunque este busca sus modelos en personas ajenas o en cadáveres, no como Nebreda, que basa todo su trabajo en su propia persona.
Algunas fotos de nebreda están expuestas estos días en Francia, en la colectiva Autour de l’ Extreme de la Maison Européenne de la Photographie.
CUESTIONADO
Mucho es lo que se ha cuestionado sobre la legitimidad de esta historia; ya que es de sospechar cómo hacía para revelar las fotos, las que denotan un buen proceso de revelado que difícilmente se lograría en las instalaciones de su casa. Sin tomar en cuenta que muchos periodistas afirman haberlo conocido en persona, haberle tomado algunas entrevistas en París e incluso afirman que David, los habría invitado en algunas ocasiones a exposiciones de sus fotografías en dicha ciudad.
¿Tú que piensas?